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sábado, 4 de mayo de 2024

Entre sombras y silencios

¿Sientes que algo no está bien en tu relación de pareja pero no logras ver con claridad cuál es el problema? ¿Vives como en una montaña rusa de emociones y en una lucha incesante por estar bien? ¿Permaneces, quizás, en una relación por miedo: al ¿que dirán?, a pasar por un proceso doloroso, a enfrentar la vida sola, o porque vives bajo amenazas? Si te identificas, o te encuentras en alguna de estas situaciones, puedes estar sufriendo violencia y no tener plena conciencia de ello.

La violencia en las relaciones cercanas es más común de lo que imaginas, se da hasta en las mejores familias; en ranchos, pueblos y ciudades; y tanto en países desarrollados como en los países en desarrollo de todos los continentes. Además, ocurre en todo tipo de relaciones: entre parejas heterosexuales y homosexuales, entre padres e hijos, en el terreno laboral, con los cuidadores de niños, etc.


La violencia en el mundo


Sin embargo y pese a ser un problema mundial, resulta difícil para la víctima detectar que está siendo expuesta a violencia. Esto se debe, en gran medida, al aislamiento al que es sometida, al desconocimiento generalizado de lo que está tipificado como violencia, así como a la percepción poco clara del grado en que ésta se ejerce. Un buen ejemplo, donde el abuso y la manipulación se ejerció en un nivel extremo y que ha trastornado a la población latina, es el caso del Clan Trevi-Andrade en México. Sin embargo, la manipulación está presente en muchos hogares mexicanos causando serios daños y pasando desapercibida.

Aunque la violencia es un delito muy penado en muchos países, aún existe demasiada ignorancia, tanto por parte de la víctima como por parte del agresor, sobre las leyes de protección y las condenas, lo que se convierte en una limitante para que la persona afectada se atreva a hacer una denuncia penal. Sin mencionar la desconfianza hacia las autoridades. 



Manipulación y violencia


Voluntariado


Recientemente tomé un curso sobre las víctimas del delito impartido por  la Agencia sueca para las victimas del delito, Brottsofferjouren Sverige, una organización a nivel nacional, sin fines de lucro, que apoya gratuitamente a quienes sufren de violencia, ya sea que hayan hecho una denuncia policial o no. En Suecia, la violencia en relaciones cercanas y la relacionada con el honor constituyen un problema fuerte y en aumento debido a la inmigración, justificado por rígidas costumbres religiosas.


En el curso tuvimos acceso a información amplia y detallada sobre: los tipos de violencia, quiénes son más vulnerables a ser violentados, cuáles autoridades protegen a la víctima y cómo intervienen en el proceso judicial. Entre otras cosas, comprendí que la violencia es, en gran parte, un problema cultural que se normaliza y se transmite de una generación a otra.

Según el Manual de la Agencia para las víctimas del delito, la violencia en relaciones cercanas puede darse de varias formas: física, psicológica, sexual, material, relacionada con la discapacidad, económica y negligencia. Un extracto del manual explica lo siguiente:

La violencia física se da cuando el agresor muerde, rasga, tira del cabello, quema, sacude o empuja a la víctima. Incluye también las bofetadas, golpes con puños y la violencia con objetos.

La violencia psicológica incluye amenazas, coacción, acoso, insultos y burlas. También cuando la víctima es sometida a control y aislamiento social. Además, la amenaza de violencia contra familiares y mascotas se incluyen en este tipo de violencia.

La violencia sexual incluye diferentes formas de actos de coerción, como relaciones sexuales sin consentimiento, mutilación genital, acoso sexual, uso de lenguaje sexual ofensivo u obligar a la víctima a ver pornografía.

La destrucción o robo de pertenencias personales, enseres domésticos u objetos de valor de la víctima se considera violencia material y económica. A la víctima se le puede negar el acceso a asuntos financieros o ser obligada a firmar documentos financieros con consecuencias negativas para sí misma. Si la víctima no tiene acceso a su propio dinero significa que es dependiente del agresor.

La violencia relacionada con la discapacidad incluye acciones que apuntan directamente a la discapacidad de la víctima y que empeoran su situación, ya vulnerable. Un ejemplo de estas acciones sería esconder una silla de ruedas o un aparato auditivo.

La negligencia se presenta cuando la víctima no obtiene la ayuda que necesita con comida, higiene o medicamentos. Si se le niega ayuda para levantarse de la cama o no recibe el medicamento que necesita, sea que se le de poco, demasiado o el medicamento equivocado.


 Un compromiso social

A la luz de esta información, considero que es un deber social de quienes presenciamos este tipo de abusos hacia alguien cercano, romper con el silencio y atrevernos a hacer una denuncia anónima; sobre todo, si las víctimas son personas especialmente vulnerables, es decir, incapaces de defenderse por sí mismas. Sí, hablo de niños, jóvenes, mujeres dependientes, adultos mayores, personas con discapacidad, etc. En casos aislados, también hay hombres que están expuestos a violencia, a quienes se puede apoyar transmitiéndoles la información y animándolos a salir de esa situación.


La ayuda a los más vulnerables puede brindarles la oportunidad de comenzar una nueva vida con libertad, seguridad y armonía. Consecuentemente, se contribuye al rompimiento de cadenas que frene el daño a personas inocentes de generaciones futuras y, en casos extremos, a la posibilidad de salvar una vida.


Romper con el silencio debilita al maltratador.





Fuentes:
Manual de la Agencia para las víctimas del delito.


jueves, 14 de diciembre de 2023

Convivir con un narcisista

¡Me confunde tanto su actuar! Con ella siempre hay que leer entre líneas. Siempre hay algo oculto entre todo lo que dice o hace. No hay transparencia. 


El arte de la manipulación.



Te has sentido alguna vez así? 

Se siente angustia, frustración, confusión, desilusión, tristeza, enojo, y luego... viene la locura. Tratar de adivinar que hay detrás de cada frase o cada acción... pensar... pensar... pensar. Se cae en un círculo vicioso. Me quedo girando, recuerdo que decía, un amigo. Como un hámster corriendo en su rueda. 

Así se vive con aquellas personas que se comunican y relacionan con los demás, por medio de la manipulación. Narcisistas, les llaman. Quienes están alrededor del individuo narcisista, especialmente aquellos más cercanos, entran en una especie de locura: pierden su paz interior.  Llegan, incluso, a creer que hay algo raro en ellos mismos, y su autoestima se va devaluando poco a poco, hasta que desaparece. Si esto te parece familiar, probablemente estés conviviendo con un narcisista y no te habías dado cuenta.


¿Qué sucede cuando esa persona es alguien muy cercano a nosotros, alguien de nuestra familia

Entonces se vuelve más confuso: dudamos de nuestros sentimientos y de nuestro sentido común. Asumimos culpas que no nos corresponden, porque el narcisista no asume responsabilidades, las pone en quienes le rodean.  Y nos sentimos muy miserables. Entender lo que sucede es complicado, especialmente, si la convivencia se ha dado desde nuestra niñez.


Cómo actúa el narcista

Si es nuestra pareja, sentimos un profundo amor hacia esta persona, pero no nos sentimos bien estando con ella, y entramos en un conflicto interno.  Esto no es amor, es dependencia emocional, pero al no tener conciencia de ello, podemos permanecer en la relación durante años, creyendo que es amor. Incluso, si logramos ver que somos codependientes, pueden pasar años sin que podamos dejar la tormentosa relación, porque una separación implica enfrentar muchos cambios.  Tomar la decisión de alejarnos nos produce culpa, tristeza y miedo, mucho miedo. Porque además, el narcisista nos ha dicho algo así: !si te vas, eres un traidor!, isi te vas, pierdes todo!, ¡sin mí, no eres nadie!, ¡si te vas, eres un malagradecido!, ¡si te vas, no podré vivir sin ti! Y le creemos. Y nos quedamos a su lado, aumentando nuestra infelicidad, día tras día.

Tampoco permite crecer, es un matador de sueños. Mata sueños y siembra miedos. Así mantiene a su víctima cerca. Siempre, siempre, siempre, necesita a una víctima a su lado.


Que deberíamos hacer

Adicionalmente, el narcisista se ha encargado de alejarnos de las personas amadas, que pudieran abrirnos los ojos respecto al daño que esa relación nos hace, pues es la forma de asegurarse que nos quedaremos. ¡Eso que te dicen quienes te aman es, precisamente, la verdad! Ellos pueden verlo con más claridad. Es bueno escucharlos y tomar la decisión de salir de esa relación. Armarnos de valor y enfrentar nuestros miedos. Poner distancia y el contacto cero es lo más recomendable; así se trate de una pareja o de un familiar, funciona igual.

Recoger nuestros pedacitos del piso y empezar a armarnos otra vez, como se arma un rompecabezas. Buscar ayuda que nos sirva de apoyo para no flaquear en nuestra decisión, que nos fortalezca en los momentos de duda y empezar a reconstruir nuestra autoestima. Un psicólogo, una amiga o amigo de confianza, un grupo de ayuda.  Alguien que nos explique lo que estuvimos viviendo, sin saberlo o sin querer aceptarlo; es decir, en negación. Y que nos repita una y otra vez que merecemos una vida mejor, y estar con alguien capaz de amarnos de verdad, hasta que podamos verlo claramente. Y así, empezar una nueva vida.





Copia y pega este enlace y conoce un poco más sobre este trastorno psicológico: narcisismo.
https://www.instagram.com/reel/C0pxJDLP18F/?utm_source=ig_web_copy_link

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